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jueves, 9 de julio de 2020

Pico el Aguila y Peña Hueva, Guadalajara (5 de Julio)

Hacía tiempo que algunos les teníamos ganas a estos dos picos cercanos a Guadalajara. De hecho un conocido siempre está hablándonos de Peña Hueva y Pico del Águila. Y como José Luis y Fermín habían rodado ya por esta zona que mejor momento que el de ahora para hacer una rutita por la vecina y cercana Guadalajara ahora que podemos movernos entre provincias.

Una vez propuesta la ruta y la hora de salida nos dimos cita bien temprano.

Esta vez si que hemos sido un número más elevado que en otras ocasiones y hemos llegado a la escalofriante cifra de 6 aventureros.

Madrugón de los que hacen historia.

Jose Luis, Sergio y Jorge quedamos a las 06:20 horas para meter las bicis en la furgoneta de Jorge. Y pasamos a recoger a Fermin, Ángel y Javi a la gasolinera de San Isidro. Estos tenían ya las bicis cargadas en sus coches y como cabíamos todos en 2 decidimos trasladar del coche de Ángel su bici a la furgoneta de Jorge.

La falta de costumbre de trasnochar hasta altas horas de la madrugada de muchos de nosotros, ya por viejos, ya porque hemos pegado todos los tiros que teníamos que pegar y todo eso sumado a que preferimos madrugar para salir con la bici a estar de borrachera nos hizo echarnos unas pequeñas risas a costa de un grupo de chavales, no tan chavales, que llevaban un melocotón bastante considerable (con todo el respeto y sin ofender).

Llevaban más alcohol encima que Las Grecas y mientras uno trataba de llamar a Juan, viendo como la vida se les escapaba entre convulsiones y arcadas, otro estaba midiendo la acera y se le quedaba bastante pequeña.

Y con todo esto nos dispusimos a salir camino a Valdenoches. Todos con nuestras mascarillas, eso si.


Ruta hacia Valdenoches.

Una vez metidos todos en los coches, pusimos rumbo a Valdenoches, localidad a unos 36 kms desde Alcalá de Henares. Desmontamos las bicis y nos preparamos para comenzar a rodar. La temperatura era considerablemente más baja que la de Alcalá de Henares, al menos unos 4 ó 5 grados menos. Algunos fuimos precavidos y habíamos echado los chalecos. Pero rápidamente ese frío se nos iba a quitar de golpe.


De Valdenoches a Torija siguiendo la vía del AVE.

Como hemos adelantado el frío se nos iba a quitar rápido. De buenas a primeras comenzamos con una subida 2,6 km donde pasamos de 750 metros de nivel sobre el mar a 930 metros. Con un camino completamente roto, con maquinaria pesada que estaba cortando pinos de la ribera del mismo nos hizo entrar en calor en un breve espacio de tiempo. Uno de los operarios nos decía que teníamos que dar la vuelta, que estaba cortado, pero nosotros no vimos cartel ninguno en la subida. Solo más arriba vimos la cinta y el cartel de no pasar. Estábamos como para darnos ninguna vuelta.

Coronada dicha subida llaneamos hasta llegar a un camino que recorre durante 10 km un camino que va paralelo a la vía del tren AVE, hasta llegar a Torija.


(Vistas desde la coronación del primer repecho)


(Jose Luis indicando, allí vamos a regresar a la vuelta, no andaba desencaminado)


(Torija con su castillo al fondo)

El castillo de Torija se cree que tiene su origen en la época de los Templarios. Sirvió de Atalaya defensiva en guerras medievales siendo conquistado por los navarros en el Siglo XV que a su vez reconquistó el Marques de Santillana. Durante la guerra de la independencia fue volado por orden de el Empecinado para evitar que fuera tomado por las tropas francesas. Durante la guerra civil española sufrió también muchos destrozos, ya que el frente de Guadalajara trascurrió por la Alcarria en el intento de tomar Madrid por el Norte donde las tropas de Mussolini junto con las tropas franquistas se enfrentaron en esta zona a las tropas republicanas desde el segundo año de la contienda en 1937. El castillo fue restaurado en 1960 y tiene un aspecto desde fuera admirable. Desde la Nacional II se puede observar perfectamente.

(foto tomada de google)

Desde Torija a Tórtola de Henares.

Una vez atravesamos Torija, pasamos por encima de la Nacional II rodamos por un polígono cercano para tomar el camino que se dirige a Tórtola de Henares. Durante 3 km bajamos por un camino que primero era de grava suelta, con el posible riesgo de salir por encima de la bici y unas pendientes con desnivel de hasta -15,1% en muchos tramos. Prosiguiendo durante 8 km´s por caminos con mucho polvo hasta llegar a Tórtola de Henares. Ahí buscamos una terraza para tomar un café, algunos un pincho de tortilla y otros una barrita de pan con aceite. Aún nos quedaban casi 25 km más de buenas subidas y teníamos que tomar energías.

Desde Tórtola de Henares a Pico del Águila.

Desayunados emprendemos ruta y nada más salir del pueblo comenzamos a subir por un sendero que empezó a estirar el grupo bastante. La primera subida apretada fue de 3 km subiendo desde los 696 metros de desnivel a los 804 metros. Con rampas de hasta el 14% de desnivel positivo. Hicimos parada para reagruparnos para acto seguido y con una pequeña bajada de pocos metros empezar a subir siendo la tónica hasta coronar. Ángel, Javi y Jorge fuimos tirando poco a poco mientras por detrás nos seguían Jose Luis, Fermín y Sergio. 7 Km´s de ascenso total desde Tórtola hasta coronar Pico del Águila, entre pinares con una temperatura ideal porque la sombra de los pinos hacia que el aire que corría fuera hasta fresco. Esto ayudaba bastante y lo hizo más llevadero. 

Cuando llegas a los últimos metros antes de coronar, la última rampa para despedirse es de un 10%, que algunos repetimos un par de veces, porque que en la parte más alta no había sombra alguna y decidimos esperar al resto del grupo. Nuevamente nos reagrupamos y Fermín comenzó a tener problemas con su rueda trasera, pues perdía aire y no sabíamos encontrar donde estaba la avería.

Hasta que llegas al saliente de donde toma su nombre, te encuentras con un camino lleno de piedras, una planicie que no explica como puede haber llegado tanta piedra hasta ahí.  Pico del Águila forma parte del relieve tabular del páramo de la Alcarria, formada de piedra caliza y con una altitud total de 970 metros. Si vas circulando por la Nacional II, sentido Zaragoza queda a tu izquierda.





Desde Pico del Águila a Peña Hueva.

Una vez hechas las pertinentes fotos, había que ir a por el último reto del día y por el cual habíamos venido hasta aquí. Coronar Peña Hueva, cerro que estaba justamente enfrente de nosotros. Rodamos por la planicie hasta el camino que baja y conecta con otro que transcurre paralelo a la Nacional II sentido hacia Madrid. 5 kms de bajada llegando a una rotonda que te permite pasar de nuevo por encima del Nacional II y enfrentar el último reto. 

En este punto, Sergio que no andaba muy fino y Fermín cuya rueda tampoco quería participar en la subida, decidieron subir por el camino paralelo que trascurre al margen derecho de la misma nacional dirección Zaragoza. Nos quedaban casi 5 kms de subida esta vez por un camino mucho más entero y entre sombras de pinares de nuevo. No quedaba sino batirse y Javi, Ángel, Jose Luis y Jorge le echamos "huevitos (porque después de llevar esas horas en bici, sufriendo los rigores del calor y tanta piedra solo te quedan huevitos)".

Javi se desmarcó con Ángel en el primer kilómetro. Jose Luis les siguió la pista y Jorge con mas sed que un camello les intentó seguir la pista.  Menos mal que a los 3 km una fuente entre un zarzal nos vino a salvar y repostamos agua como gorriones en fuente de un parque. Echándonos agua por la cabeza y bebiendo sedientos. Llenamos nuestro botes y coronamos el último tramo.

Lo que algunas personas no saben es que Peña Hueva fue uno de los exteriores de rodaje que salen en la película de Espartaco de Stanley Kubrick con Kirk Douglas como protagonista, en la escena de la batalla de esclavos contra romanos y que se desarrolla en la falda de la montaña.

Y ahora toca ver por donde cojonxx bajamos.

La idea de Jose Luis era intentar conectar el alto de Peña Hueva con el camino que habían tomado Fermin y Sergio, pero eso implicaba o bien lanzarse colina abajo o usar un camino que no parecía muy apto para nuestras habilidades ( o desandar la subida para retomar el camino donde nos habíamos separado de nuestros compañeros). Recordemos que somos usuarios de bicis de montaña, no hacemos descenso, enduro y ni mucho menos "despeñamiento voluntario" por colinas. Un paisano que andaba de ruta nos vino a recomendar seguir camino y luego girar en no se que tipo de árbol a la derecha para empalmar con el camino que habíamos tomado al inicio de la ruta paralelo a la vía del AVE (quitándonos la idea de tirarnos por un camino por lo anteriormente dicho).

Reanudamos marcha, alegres sabiendo que nos quedaba la última parte del camino por una vereda, al llegar al supuesto cruce recomendado por el paisano, Jose Luis nos vino a indicar que su GPS le había recomendado la ruta y el camino elegido era el recto y como nunca dudamos de él, pues el siempre nos dirige y guía por los caminos del rutero pues para allá que tiramos. Javi estuvo a punto de saber lo que sienten los tipos estos que se tiran por una colina persiguiendo un queso rodando porque la bici le hizo un feo en una piedra y casi va colina abajo. Después del sustillo, acabamos de nuevo en un arao. ¡¡¡Ole nuestros huevos (huevillos) morenos!!!. ¿ Que tienen los araos con nosotros?, creo que es fijación. Así que cual tractores decidimos que no dábamos la vuelta y siguiendo unas rodadas imaginarias nos dispusimos a acortar camino. Eso era como ir borracho por una playa llena de arena... la bici se iba para todas partes, Javi gritando como un poseso que había encontrado una vereda (seguido por Ángel), Jorge trataba de no mirarle porque como cayera al suelo fijo que alguna piedra habría estampado contra alguna rodilla y Jose Luis... no sabemos ni por donde pasó, pero el caso es que encontramos el camino de vuelta a la furgoneta.

Último tramo de bajada.

Llegamos a la bajada inicial donde estaban los operarios corta pinos. Bajada super rota, con regueras que parecían las grietas de las fallas hechas por el movimiento de las placas tectónicas. Y la cinta del paisano cortada, el mismo operario que nos suelta, "como vivís los que teneis dinero"... como diciendo manda cojones, yo aquí doblando el lomo y vosotros saltando como las cabras por el monte.

Llegamos ya al aparcamiento donde habíamos dejado los coches y allí estaban sentados en un parque  Fermin y Sergio. Nosotros pensábamos que estarían dándole al alpiste mientras nos esperaban y resulta que en el pueblo no había ni un bar. ¿Pero que tipo de pueblo es este que no tiene un bar?. Todo el mundo sabe que en este santo país un pueblo lo primero que se construye es una iglesia y un bar. Luego ya el resto de casas alrededor.

Decidimos volver a casa a tomar la cerveza de la victoria. Para ello propusieron un bar que nos amargó un poco la cervecita final. El bar de marras en cuestión se llama La Gola, ubicado en el barrio llamado Ciudad 21, cerca del hospital Principe de Asturias. Lo elegimos porque podríamos ver la furgoneta desde las ventanas y tener vigiladas las bicis. El caso es que veníamos sedientos y para ser sinceros, entre la tardanza en atender y las maneras así como las "tapas" dejaron mucho que desear y es un bar al que jamás volveremos. Dejándote una cuenta de 45 euros en cervezas (a 2,5 euros cada cerveza) ya podrían estirarse un poco. La peor parte vino cuando en la última ronda en plan de broma le dijimos al camarero (dueño) del mismo que si nos ponía un platito de paella para cada uno (cosa que estaba poniendo al resto de clientes) y la contestación fue que tenia una carta de raciones muy extensa. Ante nuestros comentarios y conversación sobre como se trata a los clientes en muchos establecimientos, el tabernero nos puso unas patatas de bolsa en modo "ahí tenéis".  Una pena, un bar al que no pensamos volver jamás. Pero que nada empañe una buena jornada de risas, kilómetros y sobre todo compañerismo.


50 kms con un desnivel acumulado de 900 metros.

Enlace de la ruta:



https://drive.google.com/file/d/1NTt-61de7h24I8TwUCS09BZCoaUbBMSS/view?usp=sharing

lunes, 6 de julio de 2020

Segunda ruta post Covid-19 (Domingo 28)

El Domingo 28 ya metidos en harina nos dispusimos nuevamente a salir fuera de los dominios de nuestra ciudad y recorrer otros caminos alejándonos un poco más.

A las 07:00 horas en el sitio de siempre.

Ya tenemos la hora tomada y quedamos a las 07:00 como es habitual. A pesar del madrugon siempre es recomendable salir temprano evitar los calores y los rigores del verano. Esta vez nos animamos
"bastantes", Jose Luis, Ángel, Sergio, Fermin y Jorge.

(Rodando pegados a la Base Area de Torrejón)


De Alcalá dirección al Bunker de los Berrocales del Jarama.

De Alcalá dirección Los Berrocales del Jarama era el primer tramo, por lo que cogimos la ruta habitual que bordea la Base Aérea Torrejón al completo. La mañana era fresquita pero todo apuntaba que el Lorenzo nos iba a atizar en cuanto se quitase las legañas. Los primeros 20 km trascurrieron alegres, sin grandes esfuerzos para ir a parar al Bunker de los Berrocales. Todo el mundo piensa que es un bunker construido en la guerra civil española, no sabemos si fue usado en dicha contienda, pero lo que está claro y tal como su cartel indica, es un bunker construido durante el reinado de Alfonso XIII, bisabuelo del actual rey de España Felipe VI, a principio de los años 20. La zona de Paracuellos era una zona de maniobras militares en aquella época. La verdad que el Bunker está en un estado bastante lamentable, lleno de basura, pintadas y tiene pinta de que es usado para hacer botellones, así como hay bastantes restos de orina y aguas mayores. Pero desde lo más alto se puede divisar toda la parte del aeropuerto Barajas-Adolfo Suarez y se divisan las torres de la Termina T4, así como las pistas de aterrizaje.






(Info del Bunker)

(Vistas desde el Bunker)


Desde el Bunker de Los Berrocales hacia Paracuellos bordeando el río Jarama.

Una vez hechas las pertinentes fotos, bajamos hasta el camino que recorre el río Jarama, en una bajada bastante técnica y que nos llevó por una camino encontrándonos a unos cazadores que estaban tirando cara al camino. Una vía PR bien visible y donde uno de ellos nos indicó que "en teoría teníamos prohibido circular por ser época de caza". No deberíamos de ser los únicos en no enterarnos ya que los caminos estaban llenos de ciclistas y endureros con motos. Por lo que o bien no era muy cierto o era bastante peligroso que estuvieran pegando tiros tan cerca de los caminos y sendas. De hecho hubo un par de anécdotas al respecto, pues con cada ciclista que nos cruzamos en ese tramo, cada vez que se escuchaba una detonación el susto que se pegaban era de incredulidad. Y abandonando el camino GR , tuvo que salir un señor de una vividenda/chatarrería  a llamarles la atención porque estaban tirando muy cerca de las mismas.

Recorriendo la senda pegada al río Jarama.

Una vez pasada esta anécdota, el camino pegado al río Jarama es una delicia. Muy transitado por Stravas que ni saludan ni se apartan no sea que vayan a perder un KOM. Y es que la educación de algunos ciclistas a  veces deja mucho que desear. Van desde los que se creen PROS y que si te descuidas te arrollan, a los que no levantan la cabeza ni para dar los buenos días ni las gracias por haberles dejado pasar. Fue la tónica del día como más adelante os comentaremos.

¡¡¡A por los Torreznos!!!

Recorrimos los más de 9 kms pegados al río con un objetivo claro, ese día el café era donde los Torreznos (Arrocería Rico). Un bar ubicado en la carretera M-111 pegado al camino del Veguilla, al lado de una gasolinera. La primera impresión era que estaba cerrado, bueno y en realidad lo estaba aún, así que nos aproximamos a la puerta y un señor salió a preguntar que si queríamos algo. Cuando le dijimos que tomar un café y que a qué hora abrían nos dijo que a las 09:00. ¿Pero que hora era?.  Pensábamos que era más tarde siendo las 08:50 minutos de la mañana. Incluso con una parada bastante larga en la toma de fotos en el Bunker nos habíamos hecho los primeros 30 kms en menos de 2 horas.

Decidimos abrir la puertecilla de la terraza al aire libre que tienen y nos sentamos en una mesa. Al final nos tomamos unos cafés con una ración de torreznos, fritos expresamente para nosotros porque no tenían la freidora apagada aún, así como todo cerrado a cal y canto. 45 minutos estuvimos tomando café y degustando los torreznos bien a gusto.
(Agustito y relajados, algunos con sueño)


(Cuidado con el cisne)



(Ración de torreznos, barritas energéticas)


Llega lo duro de la ruta. Vuelta a casa.

Una vez ya repostados y descansados tomamos un camino que sube desde Paracuellos llamado Camino de Valti. Y ahí nos cruzamos con otro PRO Stravero. En un repecho de un 6% de desnivel, donde el camino era estrecho apareció dicho PRO y silbandonos cual cabrero experimentado, en vez de esperarse 2 minutos se lanzó como alma que llevaba el diablo pasándonos  a una distancia bastante peligrosa sin sopesar que si nos enganchamos la hostia que nos damos y la que se lleva él fijo que le manda al hospital, y sin sopesar que si de esa salimos ilesos lo mismo se iba calentito a casa. Afortunadamente no llegó a mayores la cosa, solo un par voces como ¡¡¡Ahí vaaaa el Stravaaa!!! o un ¡¡¡ Pero dondeee vaaaassss!!!.

Desde Paracuellos a Ajalvir y Daganzo de Arriba.

Pasamos por encima de la R-2-M.50 y nos dirigimos camino a Ajalvir para tomar luego el camino que lleva hasta Daganzo de Arriba. Pasando por los campos de trigo donde las máquinas están en plena recogida del mismo así como montando los alpacas que servirán de cama y comida a los animales de las granjas. Y como no queríamos coger carretera, dejamos Daganzo de Arriba a la izquierda y nos dispusimos a seguir a un paisano pensando que nos llevaría al camino que queríamos coger para cruzar el río Torote. La sorpresa fue que al adelantarle, llegamos a un camino sin salida. Cuando le preguntamos al hombre en cuestión este nos dijo que era la primera vez que pasaba por ahí y que al vernos y al adelantarle también se puso a siguirnos el a nosotros.

Como queríamos coger el camino nos atravesamos los más de 500 metros de una finca recién recogida de trigo,  para poder llegar a la orilla del río Torote. Las risas fueron garantizadas porque es una especie de equilibrismo y miedo a que salga el dueño de la finca y nos corra a gorrazos, palazos u otro método acabado en ...azos y con razón.

Cruzamos el río Torote sin desmontarnos.

Una vez cruzado el río Torote, esta vez sin mojarnos los pies y sin bajarnos de la bici, tomamos el camino que pasa por encima de la M-100 para luego girar a la derecha y salir al polígono el Olivar, donde Sergio pinchó y tuvimos que cambiarle la cámara. Menos mal que fue ya llegando al fin de la ruta y que llevaba repuestos.

(Arreglando el pinchazo)

Llegada final y cervecitas.

Una vez terminada la ruta las jarras de cerveza, algunos sin alcohol, que quede claro, cayeron como la mejor recompensa y medalla que uno pueda conseguir.



56 km. 3 horas 22 minutos en movimiento y 523 metros de desnivel acumulado.









viernes, 19 de junio de 2020

Primera Ruta Post-Covid19

¡¡¡Y por fin llegó el desconfinamiento!!!

Bueno, en realidad no se ha terminado el estado de alarma ni el desconfinamiento, pero como la Comunidad de Madrid había pasado a Fase 2 podíamos hacer una ruta de más de 10 miembros (este problema no lo tenemos porque nunca somos más de 6) y podíamos salirnos de la zona comprendida fuera de nuestra localidad. Siempre con las medidas de seguridad sociasanitarias, mascarillas en espacios cerrados, aglomeraciones de personas, gel hidroalcohólico e higiene.


No hemos estado parados estos meses.

Durante la semana nadie se animaba a lanzar la caña para poder quedar de una vez por todas, parecía como que no nos atrevíamos. Muchos de nosotros hemos estado saliendo durante estas semanas, casi incluso más que antes del estado de alarma. 

Pero no hemos salido más allá de los límites del término municipal. Puede que algún metro si que hemos pisado fuera de el pero es que los caminos a veces quedan trazados de tal manera que o le pisas el "sembrao" al Tio Paco o te despeñas por algún cortante.


Llegó el día del Señor y los parroquianos acudimos a nuestra cita.

Pero llegó el día y casi sin saber cuantos acudiríamos a la cita, se propuso ir todos de uniforme con nuestra nueva equipación, al punto de salida habitual.

A las 07:00 horas del Domingo estábamos como un clavo José Luis, Fermin, Ángel (con su flamante nueva bici doble), Jorge y Sergio. No estaba mal, 5 miembros.

La noche anterior y como viene siendo habitual, Jose Luis había preparado una ruta, con su GPS y su especial habilidad y experiencia que prometía ser divertida, exigente y sobre todo que nos iba a poner a prueba.

Saludos, choques de codo y sobre todo alegría por vernos las caras de manera presencial después de tanto tiempo comenzamos a rodar tomando el Camino del Cementerio viejo de Alcalá (la visita al cementerio sería un habitual durante esta sesión de hoy). 

Enfilando la carretea de Ajalvir hasta el camino que bordea la base aérea de Torrejón. De momento esta primera parte no distaba de lo que habíamos venido haciendo algunos estas semanas atrás, pero cuando bordeamos la base aérea pegados a las pistas de aterrizaje una extraña sensación nos invadía. Sentíamos que estábamos haciendo algo diferente. No eres consciente de la suerte que tienes de poder disfrutar de tantos caminos hasta que te ves obligado a limitarte a una zona acotada, una restricción de movimientos o una situación de excepción como la que estamos viviendo.


Camino hacia Ajalvir bordeando Daganzo.

Rodando dirección Daganzo este quedó a nuestra derecha y afrontamoss nuestro primer repecho del día dirección a Ajalvir. Un error de cálculo nos llevó a desembocar en un campo recién arado que a muchos nos hizo demostrar pericia y habilidad para no caernos. Compaginandolo con un molinillo para no perder tracción ni dar con los huesos en el suelo. 

Llegamos a Ajalvir y buscando el camino nos dimos un garbeo por un polígono para terminar tomando la calle del Calvario hasta el segundo cementerio del día el cual dejamos a nuestra izquierda y seguimos ruta hacia ruta Cobeña.




De Ajalvir a Cobeña.

Rodábamos alegremente como si todos estos meses no hubieran pasado ni llevásemos tanto tiempo confinados en casa dándole al rodillo,  a la bici de Spining o al sofá. Como era una ruta creada a mano desde una aplicación por el GPS del grupo, Jose Luis, tuvimos una pequeña sorpresa llegados a Cobeña ya que la trazada del mismo nos indicaba que teníamos que poder pasar por un sitio prácticamente imposible. Una pared de más 100 metros de altura (llamado el Cerro del Castillo) nos impedía salir de la urbanización en la que estábamos y tras varias vueltas por la misma, decidimos echar bici al hombro y saltar a la carretera  M103. Un vado lleno de maleza, juncos y junto con los quitamiedos de separación de la carretera nos hizo echarnos unas risa, unos resoplidos y algún que otro pinchazo en las piernas. 

Rápidamente encontramos el camino una vez bordeado el Cerro del Castillo para enlazar con una pendiente que nos pasó de un -2,5% de desnivel al 15,3% en 300 metros. Decidimos descender a un pequeño parque natural donde había un lago con patos ubicado en la Dehesa de Cobeña. Recorrimos el camino que bordea el lago y continuamos ruta hacia Algete.



De Cobeña a Algete, pasando por el tercer Cementerio.

 Llegamos a Algete por el camino del cementerio, el tercero de la ruta y como Sergio conoce Algete muy bien desde hace más 20 años nos recomendó una churreria para tomar un café (rico no desatascante) y alguna porra. Estaba de bote en bote pero conseguimos una mesa en la terraza. Aparcamos las bicis, nos pusimos las mascarillas y degustamos una porras que la verdad estaban bien buenas. Nada grasientas (algunos pidieron hasta dos) y el café estaba bien rico.

De Algete a Fresno del Torote.

Una vez recobradas las fuerzas enfilamos la parte más dura de la ruta. Llevábamos 30 kms y el camino no nos lo iba a poner fácil. Una vez abandonado Algete, dejando el camino que va a Alapardo a la izquierda, tomamos un camino que en su primer tramo estaba en perfectas condiciones pero a medida que íbamos acercándonos a Fresno del Torote no sabemos si por el poco uso o las lluvias de esta primavera estaba lleno de piornos, cardos, hierba y prácticamente el camino estaba casi desaparecido. Una vez pasadas estas vicisitudes, llevando 3 horas de ruta (con sus paradas) y 35 km por fín el camino se despejó y bajamos hasta Fresno del Torote.

Fresno del Torote, un pueblo fantasma.

Personalmente era la primera vez que pasaba por allí y el pueblo me causó verdadera impresión. Nada más entrar por el camino que desemboca en el pueblo, todas las casas están abandonadas, casi derruidas. Llama especial atención el contraste de la Iglesia y su torre en perfecto estado en comparación con todas las casas que íbamos viendo.

Indagando sobre este municipio despoblado podemos encontrar que pertenece a la Comunidad de Madrid (cosa de agradecer porque no podemos salir de la misma). Está situado en la comarca natural de la Campiña del Henares a 15 km de Alcalá de Henares y a 34 km de Madrid. La casi totalidad de sus habitantes censados residen en la pedania de Serracines. Recorrido por el Rio Torote que le da el nombre.

Un poco de Historia: Fue fundado por el primer Marqués de Santillana en el Siglo XV. En la sacristía de la iglesia de la Asunción apareció en el año 2000 un ataúd que contenía los restos de Juan Hurtado de Mendoza y Luján, el que fuera confesor del rey Carlos V.

Aquí dejamos unas fotos cuya fuente son de Internet:




De Fresno del Torote a Alcalá de Henares.

Abandonamos Fresno del Torote y cruzamos el río que le da nombre al mismo Torote, que además
pasa por Alcalá de Henares. Llevábamos 37 km y nos quedaba aún un buen trecho por delante con la última subida de las más duras que hicimos.

Afrontando en 1 km una subida de casi 100 metros de desnivel acumulado y con rampas de entre el 8% hasta el 15% observamos que unas cuantas águilas de casi 90 cm de altura parecían vigilarnos para ver si podríamos ser su comida del día.

Llegamos al cruce de caminos que nos llevaría a Meco (ruta original) pero viendo que llevábamos casi 40 kms y a algunos les flojeaban ya las piernas decidimos seguir camino en dirección Alcalá de Henares y así completando los más de 50 km´s. Los últimos 10 km los hicimos de manera alegre y a bastante velocidad con pendiente positiva, lo que nos hizo rodar en ocasiones por encima de los 35Km/hora.

Buena ruta para ser la primera después de tanto tiempo sin vernos las caras y medirnos en los caminos.

viernes, 22 de mayo de 2020

Estrenando ropa nueva

Y llegó el día de tener en nuestra mano y en casa la nueva equipación. Dadas las circunstancias actuales de confinamiento por el Covid19 y de las medidas sociosanitarias que tenemos que mantener tanto la entrega como el estreno han creado una situación especial.

Nos comunica Inma, la comercial de HaroSport (también patrocinadora) @HaroSportWear que ya ha recibido nuestro pedido. Por lo que nos disponemos a quedar en un único punto concreto para recoger el pedido completo y así minimizar los contactos entre personas.


Vamos quedando uno a uno, por separado para que vayan recogiendo sus equipaciones y así poco a poco van pasando cada miembro a recogerlo. Aprovechamos para vernos un poco las caras, con máscarilla y manteniendo la distancia recomendada.

Destacar el detalle del embolsado de cada equipación y complementos por bolsa, cada uno con su nombre.

Dentro de cada bolsa podemos ver el mimo y cuidado de cada complemento:
Y una vez desembolsado el resultado es el siguiente:
Cada uno ha probado ya en pequeñas salidas cada complemento y equipación destacando la comodidad del tejido, la badana y el producto estrella como es el chaleco. Aunque algunos aún de momento solo se lo han probado en casa.

Aún nos queda bastante tiempo para poder salir todos juntos uniformados y hacernos las respectivas sesiones de fotos, pero menos da una piedra.